El diseño de exteriores es clave para un buen desarrollo urbanístico. Su combinación es esencial para crear ciudades más habitables. De su adecuada aplicación dependen cuestiones como la estética de una edificación, la accesibilidad de una zona residencial o la habitabilidad y calidad de vida de un nuevo barrio.
En Visier Arquitectos siempre tenemos en cuenta la importancia del diseño de exteriores de toda promoción o edificación en la que trabajamos. Porque es fundamental para hacer cualquier ciudad de forma positiva. Y para el impacto que el nuevo edificio tiene en la ciudad y sus habitantes. Es decir, para un desarrollo urbanístico de calidad
¿Qué es el diseño de exteriores?
El diseño de exteriores consiste en el diseño y construcción de todos los espacios y que rodean un edificio. Sea de uso particular o privado.
Estos espacios pueden ser lugares ajardinados, aceras, accesos, parking exterior, caminos, soportales u otros.
A menudo se confunde con el paisajismo de una casa o vivienda (ambientes relacionados con el jardín, el patio trasero o la terraza). Pero esta es solo una de las diferentes técnicas, diseños o disciplinas que se pueden aplicar al diseño de exteriores. Según la zona, el estilo de vida, el clima, las características de la edificación y otros factores, se debe decidir qué técnicas emplear para crear un espacio.
¿Cómo es un proceso básico de diseño de exteriores?
¿Quieres conocer cómo se crean los espacios exteriores de una edificación? Vamos a ver los pasos clave de este proceso.
Establecer objetivos, paso previo al diseño de exteriores
Muchos proyectos urbanísticos tienen como objetivo principal varios factores comunes.
- Crear una experiencia de comodidad para el viandante o cliente.
- Facilitar el bienestar de quienes habitan en la zona y transitan por esos espacios.
- Dotar de funcionalidad a las partes exteriores para que tengan un uso práctico para habitantes y transeúntes.
Pero siempre es conveniente concretar más. Porque las necesidades no son las mismas en el exterior de un colegio que en el de una residencia para mayores o un hospital, por ejemplo. Ni en una calle céntrica de una ciudad populosa que en una urbanización de adosados vacacionales entre el monte y el mar, por ejemplo.
Cada uno de esos objetivos primarios y básicos puede convertirse en uno o varios objetivos específicos concretos.
Análisis y evaluación
¿Y cómo es este paso del proceso?
- Inspección, comprobación y análisis de los lugares. Es importante conocer en qué situación y condiciones están. Si hay elementos aprovechables, renovables o sustituibles. O problemas que se deben solucionar.
- Analizar qué intervenciones sobre el estado actual pueden implicar mejoras relevantes.
- Investigar y recopilar datos de la orografía, climatología y demografía de la zona para hacerlo lo más funcional posible.
- Obtener documentación de proyectos y cartografías.
- Conocer la posición del sitio y el tipo de diseño de exterior de zonas limítrofes. Conocer los tipos y estilos de los edificios que ya existen.
- Obtener información sobre la morfología del terreno así como tipo de suelo y drenaje del mismo.
- Identificar y señalar en el mapa la vegetación existente y su estado actual.
- Saber cómo son las vistas y las panorámicas desde distintos espacios o puntos del espacio exterior a diseñar.
- Analizar la dotación urbanística del entorno. Pasa por identificar qué hay para, teniendo en cuenta el tipo de habitantes o transeúntes habituales de la misma, determinar qué sobra o qué falta en el barrio que sea adecuado incluir en el proyecto de diseño de exteriores. ¿Lugares de sombra? ¿Espacios verdes? ¿Áreas de juego infantil o de gimnasia para mayores? ¿Terrazas? ¿Lugares para favorecer el descanso y bienestar de las personas?
Fase de diseño de espacios
Es la parte más conocida del diseño de exteriores. También la más creativa. Es el momento de tomar las mejores decisiones valorando tanto la estética como la funcionalidad.
Por ejemplo, elegir cuáles serán las mejoras o soluciones aportadas. Qué lugar del edificio es mejor crear o elegir para lograr los objetivos predefinidos correctamente y cuál va a ser su impacto estético y visual.
También qué elementos se van a utilizar, cómo se van a combinar y cómo se usarán. Y cuál es su ubicación adecuada y por qué.
Esta fase del proceso de diseño de exteriores no es solo creativa. Es clave conocer las opciones con las que se cuenta. También qué existe en el mercado y qué ofrecen los proveedores (tipos de pavimento, luminarias de exterior, papeleras, columpios, mobiliario…). O qué merece la pena ser diseñado y fabricado específicamente para ese espacio.
Además, se deben tener en cuenta las normas urbanísticas y la legislación vigente.
Hay que hacer bocetos, dibujos, planos. El trabajo es arduo para crear un proyecto y guía de actuación que incorpore y tenga en cuenta todos los puntos, pasos y elementos sobre los que actuar.
Ejecución del diseño de exteriores
Es la fase de implementación del diseño. Es decir, la fase en la que se lleva a la práctica lo proyectado, por lo que a pesar de ser menos conocida es de gran importancia.
Esta, a su vez, puede dividirse en diferentes fases:
- Limpieza del espacio exterior. Es el momento de acondicionar la zona, preparar el terreno o eliminar elementos que impiden la correcta ejecución del trabajo.
- Construcción, obra, instalación y colocación de los elementos elegidos en la ubicación programada.
- Acabados (incluyendo todo lo relacionado con decorar).
Técnicas para la creación de espacios exteriores: las más utilizadas
El diseño de exteriores puede comprender una gran diversidad de técnicas para su creación.
- Paisajismo. Podemos resumirlo como la técnica utilizada para el diseño del paisaje urbano, así como de jardines y zonas verdes. Un buen paisajismo debe lograr un espacio bonito, confortable, amigable con los habitantes. También es importante que sea sostenible, fácil de mantener, y que reúna las características para mejorar el bienestar de las personas adaptado al entorno y clima en que se ubica.
- Iluminación. El diseño de iluminación exterior e interior es clave para la seguridad. También para la estética de la ciudad, para crear un ambiente determinado (que invite al descanso, o al ocio, o a la actividad comercial…). Incluye decisiones como qué ambientes destacar, qué luminarias usar, qué tipo de color de luz e intensidad emplear.
- Elección de materiales y elementos. Para las fachadas, los suelos e incluso para dotar de funcionalidad y estilo a la zona. Pavimentos, plantas, papeleras, bancos, luminarias, jardineras, bancos, fuentes…
- Decoración de paredes. Quizá con color o con la creación de murales. O con la inclusión de plantas. O la adición de paneles.
